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viernes, 22 de marzo de 2013

SUIZA TAMBIÉN QUIERE REPATRIAR SU ORO ¿NOSOTROS CUÁNDO, BANXICO?

Imagen: Swissinfo.ch

Es innegable que existe en el mundo, una creciente ola de países que comienzan a demandar la repatriación de sus reservas soberanas de oro. Esto no debe parecernos raro, pues vivimos en un ambiente de crisis, causada precisamente por la corrupción del sistema monetario actual, que pretende seguir expandiendo al infinito el crédito, las deudas y el consumo. Un absurdo.

De ahí que las principales medidas de “estímulo” para la decadente economía actual, sigan siendo el deprimir de forma artificial las tasas de interés –que deberían ser determinadas por el libre mercado, el gasto público deficitario y la impresión monetaria sin límite (QE, o Quantitative Easing en inglés).

Esa concepción de “dinero infinito” es muy destructiva, pues si bien se pueden imprimir tantos billetes como se desee, no ocurre lo mismo con la riqueza que estos pueden adquirir, pues es finita y escasa. De este modo, lo único que le queda al dinero de papel, para compensar su exceso, es la devaluación.

Entonces, ¿por qué se sigue recetando la misma dañina y fracasada medicina?

La respuesta tiene que ver con los juegos del poder. Y es que esa creación desmedida de divisas (dinero fíat), desde luego, beneficia en gran medida a unos cuantos que son los que primero lo reciben –como los grandes banqueros y gobiernos derrochadores, a quienes poco importa que se merme de modo irreversible el poder adquisitivo de las mayorías.

Los tiene sin cuidado por una razón: el robo es sigiloso, pues llega disfrazado en forma de alza de precios, algo a lo que toda persona en el planeta ya se ha acostumbrado. Es más, esa “normalidad” ya ni siquiera es cuestionada. La estabilidad de precios queda como una mera aspiración en las leyes y mandatos de bancos centrales como el de México.

Lo que todo lo anterior nos dice, es que más que nunca necesitamos al único dinero real en el sistema, a la divisa que cumple con todas las funciones dinerarias que las demás tienen, pero con una cualidad que la hace superior a todas: no puede ser reproducida a voluntad. Nos referimos por supuesto, al oro.

Ese enemigo indeseable del dispendio, que justo por ello fue “pateado” fuera del sistema, será al final de este trágico experimento el último refugio de pie.

Así fue, ha sido y seguirá siendo siempre, como lo demuestra la fuerza implacable de la historia. Nada de esta crisis es nuevo, excepto que por primera vez la impresión monetaria es global, y por ende, serán iguales sus terribles alcances de miseria y destrucción.

Aún son pocos los que anticipan la llegada de este “día del juicio”, pero no por eso han callado. Sus voces se hacen sentir por diversas latitudes, advirtiendo del peligro y de la necesidad de que como medida de autodefensa, personas y naciones se preparen con “escudos” de oro, y de su eterna compañera la plata.

En este sentido, puede entenderse por qué la corriente que demanda la repatriación del oro a sus respectivos territorios, va adquiriendo fuerza.

Llegado el día crítico, ¿alguien cree que las grandes potencias como Inglaterra o Estados Unidos, que se supone son los principales custodios, lo van a entregar a sus propietarios cuando lo soliciten? Valdría la pena recordar que Estados Unidos ya incumplió antes, cuando en 1971 declaró que ya no entregaría más oro a cambio de sus propios dólares. Insistimos, nada de lo que se atestigua hoy es “sin precedentes”.

Pero vayamos todavía más lejos. ¿Se puede confiar en que tienen ese oro, cuando los propios bancos centrales como Banco de México, tienen simples papeles que los acreditan como dueños de lingotes que ni siquiera han comprobado que existan?

No. La única manera es contar con el metal áureo en propias manos, y por eso, naciones tan diferentes como Venezuela y Alemania ya han demandado su repatriación. La primera ya la ha concretado, pero el Bundesbank de forma inexplicable lo hará de forma paulatina, hasta tener la mitad de su oro en Fráncfort hasta 2020.

Ahora es Suiza. Esta semana, un grupo ha entregado más de 106 mil firmas a las autoridades federales, buscando un voto nacional que permita detener la venta de sus reservas áureas, y el traslado de sus barras, que se supone están en gran parte almacenadas en la Unión Americana, al Banco Nacional Suizo (SNB).

La iniciativa busca asimismo que su Constitución, obligue al banco central a mantener un mínimo de 20% de sus activos en oro, el doble del nivel actual, y que el gobierno revele abiertamente en qué otros países se encuentran sus reservas.

El parlamentario Luzi Stamm lo ha dicho de modo contundente: “las reservas de oro garantizan la estabilidad del Franco suizo. Aseguran que los ahorros privados, salarios y pensiones conserven su valor”, y que “solo está manos seguras si lo mantenemos en Suiza”.

Esperemos que aquí, Banco de México detenga ya la venta del muy poco oro físico que está en el país, incremente su posición aprovechando los bajos precios actuales y ordene la repatriación de esa valiosa parte de nuestro patrimonio nacional. El tiempo y la crisis, no se detienen.

viernes, 15 de marzo de 2013

PELIGRO: ESTAMOS ANIQUILANDO A LOS AHORRADORES

Imagen: blackenterprise.com

Finalmente la semana pasada, el Banco de México decidió sumarse a su manera, y a mediano plazo, a lo que se conoce como “guerra de divisas”. Esta no es otra cosa más que una carrera en la cual los bancos centrales de los principales países del mundo, están luchando entre sí para hacer más competitivos a sus respectivos países, por medio de la devaluación de sus monedas.

La lógica es que al hacerlo, sus mercancías se vuelven relativamente más baratas y así pueden vender más en el exterior, generar ingresos y por supuesto, atraer inversión y generar crecimiento. Nadie quiere una “súper” divisa. Los casos de Japón y Suiza son algunos de los más representativos.

La forma en están conduciendo esa política monetaria es sobre todo a través de impresión monetaria, es decir, creando billetes a máxima velocidad para que, inyectados a la economía, cumplan con la función que esperan.

La pinza la cierran con la reducción artificial de las tasas de interés para propiciar, con el mismo razonamiento, que la gente se endeude, y al incrementar su consumo, tanto negocios como familias y por ende naciones enteras se vean beneficiadas. Así se financia barato también el dispendio gubernamental.

Sin embargo, aquella baja de intereses es inducida porque, si los mercados fuesen libres y las tasas determinadas espontáneamente, ya habrían explotado al alza con un mensaje muy claro: no hace falta más deuda y consumo (causantes originales de la crisis), sino ahorros y capital.

Seguir la fiesta del crédito es hipotecar el porvenir, pues ante la ausencia de ahorros suficientes en el presente se trae “desde el futuro” en forma de deuda, que tarde o temprano se tiene que pagar. La creación de riqueza tiene limitaciones físicas elementales que muchos pretenden ignorar.

Lo peor de estas manipulaciones y corrupción monetarias, es que por primera vez en la historia este fenómeno no se circunscribe a un solo país, ni siquiera una región como la Zona Euro, sino a prácticamente todas las naciones.

Por supuesto, la realidad es que tarde o temprano todas se verán forzadas entrar en este perverso juego devaluatorio, pues quedarse atrás en esta competencia les significará desde luego, perder terreno en los mercados internacionales.

Estas medidas mientras no logren su presunto cometido de alcanzar un crecimiento sostenido, seguirán vigentes. La evidencia disponible hasta hoy demuestra que ni todos estos esfuerzos sin precedentes lo han conseguido, por lo que los “estímulos” serán permanentes.

Banxico lo sabe de sobra y por eso, está entrándole a esa “guerra” a su modo.

Aquí no está estimulando la economía por medio de la inyección de más pesos al mercado (vía la compra de bonos), pero sin duda lo está intentando con el recorte de su tasa de interés de referencia, que a la larga permitirá desinflar en parte las burbujas provocadas aquí por la inundación de capitales golondrinos.

La meta es a mediano plazo, pues hasta el momento se está teniendo un efecto contrario al buscado: la apreciación del tipo de cambio.

El argumento principal del Instituto Central es que las expectativas de inflación parecen “ancladas”, o sea que no esperan que se dispare en los próximos meses. Una apuesta dudosa.

Imagen: Economist.com
Lo cierto es que ahora parece más preocupado por no detener el crecimiento económico que por su objetivo prioritario de procurar el poder adquisitivo de nuestra moneda, y con esto los grandes perdedores serán los ahorradores.

¿Cuál es el incentivo a guardar dinero, si los rendimientos que pagan son tan bajos que no compensan el costo de no gastarlo?

Este fenómeno no es exclusivo de México, por lo que la aniquilación del ahorro se está presentando a nivel global, algo que jamás había sucedido.

El desenlace no puede ser otro más que otra gran crisis, en la que el mercado por la fuerza obligue al colapso de las deudas y por ende, se habrán de disparar las tasas de interés. Eso es inevitable y será lo más sano en su momento. Que se pueda patear la “bomba” para más tarde no significa que se pueda hacer para siempre.

Las consecuencias de este fatal experimento devaluatorio serán terribles: más miseria y escasez de la que se pretendía evitar.

En palabras del gurú de las materias primas, Jim Rogers, “la gente que ahorra su dinero e invierte para el futuro son los que construyen una economía, una sociedad y una nación”. Acabar con ellos, efectivamente, solo puede tener el efecto contrario.


Es por ello que a la larga, cuando esta burbuja de inflación explote, nos daremos cuenta de que a todos los niveles, más habrá valido estar protegidos en activos tangibles, que preservarán su valor con el tiempo, como los metales preciosos entre muchos otros. Oro y plata son así una buena apuesta de compra, pues nada puede beneficiar más su mercado alcista que justamente la impresión de cantidades ilimitadas de "dinero" de papel.

jueves, 14 de marzo de 2013

BANK OF MEXICO BUYS PAPER “GOLD”, SELLS PHYSICAL!

But, what's our gold?

This blog has been following the issue of Bank of Mexico’s reserves (Banxico), since it jumped in 2011 into the scene of those central banks that have acquired large amounts of gold to diversify their reserves. This has been the case at least since 2009, when these institutions became net buyers of the metal.

So, two years ago Banxico bought 100 tons of gold, and in 2012, added 20 more tons. Last February, its total holdings amounted to 124.5 tons, equivalent to just 4% of our international reserves.

However, this position has been reduced in recent months because our central bank has been consistently selling part of its gold for at least nine consecutive months (May 2012 to January 2013).

This wrong decision is compounded by the fact that the gold sold, was part of the very small amount of physical bullion that Mexico had in possession; yes, bars that had been stored in Banxico’s vaults.

Our central bank recognizes this through the document REF.: I22.11.2013, dated March 4th and signed by Sergio Zambrano Herrera, head of the Liaison Unit. It was sent to this journalist in response to an official Request for Information based on the Federal Transparency Law.

The question asked demanded to know where the gold ounces of the reserves were physically located.

Banxico replied that "100% of fine gold sales made ​​in the period covered from May 2012 to December 2012 were conducted within the territory of the United Mexican States."

We should add that in its own Report on International Reserves and Foreign Currency Liquidity, Banxico reports that 4,000 more ounces more were sold in January, and of course we can be sure they were also located within the country. Thus, all these sales mean that we have already lost more than a ton of physical bullion.

To be precise, the Bank of Mexico released about 36,000 ounces of gold in just a matter of months.

We could think this is a very small amount, but it’s nearly a fifth (18.5%) of the only 194,539 oz. that were in the country until April 2012, according to its own figures.

In other words, Banxico purchased 120 tons of paper “gold”, and sold a very important part of the real metal it held. Who and why Banxico took that preposterous decision is an unanswered question.

Banxico's main vault. No gold.
Remember that the 120 tons bought the last two years, were acquired 100% in imaginary form, i.e. the central bank paid for them but never took possession of the bullion. The property just took the form of a paper promise, and Bank of Mexico trusts its gold bars are safely vaulted in foreign hands.

As we now know, the Mexican SuperiorAudit of the Federation  (ASF in Spanish) announced recently that Banxico did not even bother to check if the acquired gold existed at the Bank of England, and gave a stern “recommendation” to conduct physical inspections of that gold in order to be certain of the custody of this asset.

In this sense, our central bank has confirmed also in writing REF.: I22.10.2013, that it has no list containing the serial numbers, purity and weight of its supposed golden bars, and explains that "This is a common practice in international markets. For this reason, the Bank of Mexico has no plans to request the list pointed out in your question." Its blindness is total.

That’s why in this blog we make a strong wake-up call for our country, to demand as soon as possible not just a physical inspection but a total repatriation of our sovereign gold holdings

Yes, that’s not part of the “common practices”, but it’s our right.

We should also stop the gold sales and take advantage of current low prices to reinforce the low caliber of our little gold shield. Money printing (QE) will not stop around the globe, so this correction will not last forever.

Banxico knows it, and that’s one of the reasons it decided to enter into the "currency wars", by cutting its key interest rate to 4% from 4.5% some days ago. So, what are we waiting for Agustin Carstens?

Mexico is experiencing a period of profound reforms and transformations, which undoubtedly encourage optimism that things will be better in the future on issues such as economic growth and fiscal sustainability. Now even Standard & Poor's has revised the outlook on our long-term sovereign credit ratings from "stable" to "positive", and the government is happy.

Nevertheless, we cannot believe that we will be immune to the next great crisis, when the house of cards of the so-called economic recovery collapses. Only then we will comprehend the indisputable role of gold in the international monetary system, and we will only be better off if the Mexican gold is in fact within our borders. The clock is ticking Mr. Carstens.

martes, 12 de marzo de 2013

BANXICO COMPRA “ORO” PAPEL; VENDE SU ORO FÍSICO

Pero, ¿cuál es nuestro oro?
Este blog ha dado seguimiento puntual al tema de las reservas del Banco de México (Banxico), desde que éste saltó en 2011 a la escena de los bancos centrales que han adquirido importantes cantidades de oro para diversificarlas. Esto ha sido así cuando menos desde 2009, en que dichas instituciones se convirtieron en compradoras netas del metal.

Así las cosas, hace dos años Banxico compró 100 toneladas de oro, y en 2012, agregó 20 toneladas más. En febrero pasado, su tenencia total ascendió a 124.5 toneladas, equivalentes apenas al 4% del total de nuestras reservas internacionales.

Sin embargo, esta posición se ha visto reducida en los últimos meses, pues de forma inexplicable nuestro banco central ha vendido lenta, pero consistentemente, parte de su oro durante al menos nueve meses consecutivos (mayo de 2012 a enero de 2013).

Esta equivocada decisión es agravada por el hecho de que el oro vendido, es de los pocos lingotes físicos que México tenía en su poder, es decir, en arcas localizadas en territorio nacional.

Esto lo reconoce el propio Banxico en su oficio REF.:I22.11.2013, de fecha 4 de marzo y firmado por Sergio Zambrano Herrera, titular de la Unidad de Enlace, mismo que fue enviado a este periodista como respuesta a una Solicitud de Información efectuada con base en la Ley Federal de Transparencia.

La pregunta que se hizo, demandó saber en qué ciudades se encontraban físicamente las onzas áureas enajenadas desde mayo.

Banxico ha contestado que “El 100% de las ventas de oro fino realizadas en el periodo que comprende de mayo de 2012 a diciembre de 2012 se realizaron dentro del territorio de los Estados Unidos Mexicanos.”

Debemos agregar que según su propio Reporte sobre las Reservas Internacionales y la Liquidez en Moneda Extranjera, en enero se enajenaron 4 mil onzas más, que podemos estar seguros también se ubicaban en el país. De este modo, la liquidación de oro físico nacional es ya de más de una tonelada.

Esta información nos permite saber que en cuestión de meses, Banco de México dejó ir alrededor de 36 mil onzas, casi la quinta parte (18.5%) de las 194,539 que se encontraban en el país hasta abril de 2012, según sus propias cifras.

Dicho de otro modo, se dedicó a comprar “oro” papel, y a vender el poco oro físico que tenía. ¿Quién y por qué lo decidió así? Es todavía una pregunta sin respuesta.

Bóveda principal de Banxico
Imagen: La Jornada
Cabe recordar que las 120 toneladas compradas los últimos dos años, fueron adquiridas 100% en forma imaginaria, es decir, que se pagó por ellas pero nunca se tomó posesión de los lingotes. La propiedad, queda así en una promesa plasmada en papel, y Banco de México confía en que estén bien cuidadas en manos ajenas.

Según ahora sabemos, la propia Auditoría Superior de la Federación (ASF) dio a conocer que el Instituto Central ni siquiera se tomó la molestia de revisar si ese oro existía, y que se supone está resguardado en bóvedas londinenses del Banco de Inglaterra.

En este sentido, Banxico también nos ha confirmado por escrito, a través del oficio REF.:I22.10.2013, que no cuenta siquiera con una lista que contenga los números de serie de los lingotes que se supone le pertenecen, ni conoce cuántos adquirió, pero se auto consuela: “Lo anterior es una práctica común en los mercados internacionales. Por este motivo, Banco de México no tiene contemplado solicitar la lista que señala en su pregunta.” Su confianza o “entreguismo”, es total.

No obstante, de nuevo en este blog hacemos un fuerte llamado de atención para que nuestro país, en ejercicio de su soberanía, demande la repatriación del poco oro que le pertenece y que está en manos inglesas.

Asimismo, para que se detenga la venta de nuestras tenencias soberanas del metal, y se aprovechen los actuales precios de oportunidad de compra para reforzar el bajo calibre de nuestro escudo áureo. La impresión monetaria (QE) de los bancos centrales no se detendrá en el planeta, por lo que esta corrección no durará para siempre.

Banxico lo sabe, y por eso, apenas decidió entrar a su manera a la “guerra de divisas” recortando su tasa clave de interés de 4.5 a 4%.

México vive una etapa de profundas reformas y transformaciones que sin duda, alientan el optimismo de que las cosas en el futuro serán mejores en temas como el crecimiento económico y la sustentabilidad fiscal. Ahora hasta la calificadora Standard & Poor’s ha revisado la perspectiva de nuestras calificaciones soberanas de largo plazo de “estable” a “positiva”.

Pese a ello, no podemos creer que seremos inmunes a la gran crisis que vendrá después de esta fingida calma de la recuperación económica mundial, y en ello el oro habrá de jugar un rol preponderante. Ojalá Agustin Carstens, así lo entienda.

sábado, 9 de marzo de 2013

BANCO DE MÉXICO: ¿PARA QUÉ BAJÓ SU TASA DE INTERÉS?

Imagen: glennregan.com.au

Sucedió. Banco de México dejó la pasividad en que se encontraba desde 2009, cuando bajó por última vez, hasta ayer, su objetivo de Tasa de Interés Interbancaria a un día a 4.5%. Este viernes, por fin anunció un recorte de 50 puntos base para dejarla, ahora, en 4%.

El mercado ya daba por descontado que así sucedería, pero en todo caso la duda era si actuaría en marzo, abril o quizá hasta el segundo semestre.

Lo que toca en este momento, es estudiar los motivos por los cuales Banxico tomó esta decisión. Entre ellos cuente sin duda los económicos, pero agregue también los políticos.

Ya desde enero explicábamos aquí, cómo la llegada de una nueva administración federal, el 1 de diciembre de 2012, había coincidido no por casualidad con un giro de 180 grados en la línea discursiva de la Junta de Gobierno del Instituto Central. Y es que entre su anuncio de política monetaria del 30 de noviembre (un día antes de la toma de posesión del Presidente Peña Nieto), y el del 18 de enero, hubo un giro de 180 grados.

En noviembre, dijo que “si se presentan nuevos choques a la inflación, aun si se presumen transitorios […] la Junta estima que podría ser procedente un ajuste al alza en la tasa de interés de referencia, con el objeto de consolidar el anclaje de las expectativas de inflación […] y no comprometer la convergencia de la inflación al objetivo permanente del 3 por ciento.”

Solo mes y medio después, llegó la señal entrelíneas de lo que este viernes se consumó, cuando sostuvo en enero que “podría ser aconsejable una reducción del objetivo de la Tasa de Interés Interbancaria a un día para facilitar el ajuste de la economía a una situación de menor crecimiento económico y menor inflación.” Los énfasis son propios.

Tampoco es coincidencia que en su primer comunicado de 2013, la Junta destacara el renovado compromiso del Gobierno Federal con finanzas públicas sanas. La forma siempre es fondo en política.

En suma, el discurso monetario cambió pronto de anclar la inflación, a girar más en torno al crecimiento. Aquí cabe abrir el debate sobre si Banxico tiene o no, el mandato único de minimizar el alza de precios, o bien, si tiene margen legal para “facilitar el ajuste” económico.

El párrafo sexto del Artículo 28 constitucional, especifica como objetivo prioritario el de procurar la estabilidad del poder adquisitivo del peso mexicano. Quizá Banxico esté haciendo ahora una interpretación política de que esto, no significa que sea su único objeto. Como sea, no hay duda de que ha dejado de ser pasivo y se suma a la ola mundial de bancos centrales que tratan de “estimular” sus economías abaratando el dinero.

La tradicional postura hawkish (de combate a la inflación) del Banco de México, ha quedado atrás. Las palomas desplumaron a los halcones.

Y es que el recorte de su tasa de ayer, se da en un contexto en el que por primera vez en cuatro meses, la inflación en el país se aceleró a 0.49% en febrero pasado respecto al mes anterior. La tasa anual llegó así a 3.55%.

Nada de eso importó a Banxico. De hecho considera que en los próximos meses, “factores transitorios” harán que la inflación general siga subiendo a niveles cercanos a 4%, su límite tolerable. De acuerdo a su propio criterio prevaleciente hasta noviembre, esto hubiese sido motivo suficiente para contemplar un alza, no un descenso de su tasa de referencia. Todo ha cambiado.

Imagen: monitorbc.info
Ello porque, dice, espera que la inflación general descienda hacia el segundo semestre de este año y durante 2014. Una apuesta dudosa.

En este contexto, debemos reconocer que es poco lo que Banxico puede hacer para contrarrestar los devastadores efectos que están teniendo, en México y todo el mundo, las emisiones ilimitadas de liquidez (impresión monetaria) que provienen de los principales bancos centrales, y que están inflando burbujas en diferentes activos.

Sin embargo, el recorte de su tasa al menos, podría contribuir en el mediano plazo a desinflar esas burbujas que en el país, continúan ensanchándose tanto en el tipo de cambio como en nuestro mercado soberano de bonos y la Bolsa de Valores.

En conclusión, podemos decir que Banxico, ante su incapacidad de vencer a la Fed estadounidense y a los Bancos de Japón e Inglaterra entre otros, ha decido sumarse a ellos.

Este es sin duda, el primer sigiloso paso de nuestro Instituto Central en el juego de la llamada “Guerra de divisas” o carrera de la devaluación. En él, tarde o temprano hasta los más reacios terminarán entrando, para desgracia de todo aquel que no esté protegido bajo el manto protector de activos reales, tangibles. Sí, como el oro y la plata, entre muchos otros.

martes, 5 de marzo de 2013

¿Y POR QUÉ LA PLATA ES MEJOR QUE EL ORO?

Imagen: Marketwatch

Para muchos inversores, no termina de quedar claro por qué la expectativa de desempeño de uno de los metales monetarios, la plata, pinta mucho mejor que la del oro. Para entender esto, echemos antes un vistazo a la información más reciente referente a su demanda física. 

Y es que en 2013, esta se ha disparado… al menos en Estados Unidos.

De acuerdo con datos de la propia US Mint (Casa de Moneda), en enero y febrero se alcanzaron cifras récord de colocación de las denominadas Águilas de Plata Americanas (American Silver Eagles), que son monedas que contienen una onza (31.1 gr.) de plata pura.

El mensaje que esto nos deja es contundente: pese al ruido con el que la mayoría de los grandes medios especializados nos aturde, aludiendo una y otra vez a una “recuperación” que no termina de cuajar, en silencio una minoría informada prefiere ampararse en la protección financiera, que pocos activos como los metales preciosos físicos pueden proporcionar.

La cifra final para enero –mes tradicionalmente de alta demanda, ascendió a la marca de 7.498 millones de onzas vendidas. Sin embargo, pudieron ser muchas más debido a que desde mediados de mes, la US Mint vio agotadas sus existencias. Solo hasta los últimos días la venta se reanudó, pero de forma racionada.

Asimismo, febrero fue de máximos históricos. La colocación de onzas de plata fue de casi 3.369 millones, un dato sin precedentes para este mes de solo 28 días.

Para darle una idea de la dimensión que esto representa, la suma de estos dos primeros meses, cercana a los 11 millones de onzas, es superior a la venta anual de todos los años anteriores a 2008.

Por supuesto, esta avidez por la plata ha sido alentada por las repetidas e inducidas bajas de precio que ha sufrido en lo que va del año, y que desde febrero la llevaron de nuevo a alcanzar niveles claros de oportunidad de compra.

American Silver Eagle
Así pues, 2013 podría significar un nuevo récord anual de ventas, luego del descenso de alrededor de 15 por ciento que se tuvo en 2012, respecto al año anterior.

Y es que como lo ha señalado el experto mundial en metales preciosos, Eric Sprott, un hecho relevante que está siendo pasado por alto por la mayoría, es que a los actuales volúmenes de venta, el público está adquiriendo casi 50 veces más plata física que oro.

Este número, no está muy lejos del ratio oro/plata (cociente obtenido de la división del precio del primero por el de la segunda), y que se ubica a la fecha en alrededor de 55, muy lejos también de la clásica razón de 15 a 1 entre ambos.

Esto no diría mucho excepto por algo: ese ritmo actual de consumo es insostenible en el largo plazo.

¿Por qué? De entrada, el mundo sólo produce once veces más plata que oro, y una gran cantidad de ella es consumida en miles de usos industriales. En cambio, casi la totalidad del metal amarillo es atesorada de alguna forma o de otra. Eso, deja muy poco del metal blanco para saciar el apetito inversionista.

Sprott ha hecho los cálculos, y estima que existen apenas tres onzas de plata disponibles para inversión, por cada onza de oro, motivo suficiente para anticipar que para corregir este desbalance, la plata tendrá que apreciarse muy por encima de su cotización actual, y de su máximo histórico de 50 dólares, a un ritmo acelerado.

Del mismo modo, no podemos soslayar que de la dupla de metales preciosos, el oro está hoy solo 18% por debajo de su récord histórico nominal, mientras que la plata, casi 43% abajo. La antigua norma de comprar barato y vender caro, nos permite ver cuál de las dos, luce como mejor opción al momento.

Como ve, hay una divergencia notable entre lo que ocurre en el mercado de papel, dominado por el miedo y los manipuladores en las últimas semanas, y el mercado real, el del bien tangible. Por eso, cada caída en el precio de la plata producto de la especulación en el mercado de futuros, se corresponderá siempre con una respuesta contundente del lado de la demanda física.
Mexicanas onzas de plata Libertad

Sobra decir que en el lejano Oriente, los asiáticos son grandes beneficiarios de esta política occidental de procurar mantener deprimidos los precios del oro y la plata, donde una vez desembarcados, jamás volverán.
Que nadie se sorprenda entonces que analistas como Stephen Leeb, estimen que en dos o tres años, China será el mayor tenedor de oro (físico, por supuesto) del planeta.

Tampoco que al final de este mega ciclo de expansión crediticia, acelerado a partir del rompimiento con el patrón oro en 1971, oro y plata entren en un ciclo de auténtica burbuja que los llevará a alcanzar precios que hoy, nos parecerían ridículos. ¿Cuáles serán estos? Dependerá de cuánto más billetes los banqueros centrales estén dispuestos a imprimir, como lo siguen haciendo.

Entonces, y solo entonces, esos metales, los últimos extintores de deuda, recuperarán algo de su prestigio y posición dentro del sistema financiero internacional. Como sea, mientras eso ocurre, ojalá que cada día sean más los que, discretos, renuncien a seguir el juego a los beneficiarios de la corrupción de la moneda, y decidan mejor atesorar sus metales preciosos, el que les parezca mejor, en propia mano.

viernes, 1 de marzo de 2013

CUIDADO BANXICO: ¿TIENE ORO O BARRAS DE TUNGSTENO EN LAS RESERVAS?

Imagen: Zerohedge

El blog de esta semana tiene el gusto de informar una excelente noticia: el tema que le traje aquí en exclusiva la semana pasada, le está dando ya la vuelta al mundo, por lo que es hora de preguntar: ¿estará seguro Banco de México (Banxico) de que tiene oro y no barras de tungsteno en las reservas? La pregunta no es ociosa.

Vayamos al antecedente. Por si no lo leyó, el artículo en comento versó sobre el “jalón de orejas” que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) le dio al Banxico, en su Informe del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2011, por ni siquiera verificar que existieran las 100 toneladas de oro que compró ese año.

Le explicamos que la Auditoría comprobó que el Instituto Central soltó 4.5 mil millones de dólares al Banco de Inglaterra, sin ver dónde estarían guardados sus lingotes, cuáles serían estos y sin que le entregaran cuando menos una lista de todas de las barras con sus características de composición.

En otras palabras, se compró un metal imaginario que se supone está en algún lugar de Londres. Por eso, cobra mayor relevancia nuestra exigencia de que las reservas de oro no solo se certifiquen, sino que se traigan al país para que dejen de ser solo “oro papel”.

En México, Proyecto 40 fue el único canal de televisión nacional que lo dio a conocer, y después, solo un importante medio financiero y un noticiero de radio le dieron difusión. Los detalles y el análisis, por supuesto, fueron publicados en este blog.

Sin embargo, es la versión del mismo en inglés, titulada Mexico’s Federal Audit Demands Physical Inspection of Sovereign Gold Holdings (Auditoría Federal de México Demanda la Inspección Física de sus Tenencias Soberanas de Oro) la que ha causado revuelo a nivel internacional. Por desgracia, mucho más que en el país.

Esta, ha aparecido en varios de los más conocidos portales del mundo de los metales preciosos, como el Comité de Acción Anti monopolio del Oro (Gata.org por sus siglas en inglés), Goldsilver.com, Jesse’s Café Américain y JSMineset entre muchos otros, lo que permite dar indicios a los más escépticos, de la trascendencia de la “recomendación” que ha hecho la ASF, para que se realice una inspección física a estas reservas en el extranjero.

El proceso de verificación implica, por lo general, tres etapas en las que se analiza la autenticidad de las barras áureas, pues cada una de ellas es diferente aunque sea en mínima proporción.

Por eso se utilizan primero instrumentos muy precisos de pesaje, capaces de medir hasta milésimas de gramo. Luego se checa cada barra con rayos “X” para examinar los componentes exactos del material de su superficie y pureza, para finalmente por medio de ultrasonido comprobar la homogeneidad del oro en todo su cuerpo. Solo estas pruebas demuestran su autenticidad.

La pureza debe ser cuando menos de 995 partes de oro fino por cada mil, y pesar entre 10.9 y 13.4 kilogramos. Es usual que se trate de lingotes de 12.5 kg.

Claro, hacer esto tendrá un costo por su meticulosidad, como se queja Banxico, pero será menor que el riesgo de que, cuando lo solicitemos, nos demos cuenta de que nos dieron gato por liebre. No es ni una exageración ni ciencia ficción. Esto lo debe saber la ASF y el propio Banxico.

Están documentados casos de fraude con lingotes de diferentes tamaños rellenos de tungsteno en diversos puntos del planeta como (ojo) Londres, Nueva York, Hong Kong, etc.

¿Por qué de este metal? Muy sencillo: este elemento es el que tiene la densidad más aproximada a la del oro (19.25 y 19.30 gramos por cm. cúbico, respectivamente), por lo que es más difícil de detectar si no se le realizan todas las pruebas referidas al lingote.

Claro, pese a su similitud en peso, el precio es en extremo distinto: el oro tiene a la fecha un precio cercano a los 1,600 dólares la onza (31.1 gramos), mientras que el tungsteno apenas cuesta más de un dólar la misma unidad.

Un ejemplo. La empresa australiana ABC Bullion dedicada a la venta de metales preciosos, anunció el año pasado que uno de sus proveedores londinenses les proporcionó evidencia fotográfica (aquí anexa) de una barra de un kilo de “oro”, relleno de tungsteno. 

Parecía perfecta pues hasta contaba con su certificado original, pero con un “detalle”: pesaba dos gramos menos. Esto condujo a la sospecha y a la eventual partición del lingote que descubrió la verdad; entre 30 y 40% no era oro.

Como ve, el trámite que Banco de México quiere ahorrarse, podría salirle más caro de lo que piensa. ¿Sabrá todo esto el Doctor Carstens y sus subordinados? Ojalá nos contestaran.

Lo cierto, es que cada día se refuerzan los argumentos a favor de la repatriación de nuestro metal precioso. Nuestro “escudo” contra crisis, aunque pequeño, nos pertenece y nadie más que nosotros, debe tenerlo en su poder.